27.1.08

Reflexión acerca de las Navidades

Por Estela López Rosillo

En diciembre da comienzo una de las fiestas más bonitas de la cultura occidental (…).
Las calles se llenan de luz, pasamos más tiempo con nuestras familias y en el ambiente se respira un inusual aire fraternal: Es Navidad. Pero, ¿realmente es ésa la situación o son sólo apariencias? Si miramos las fotos de abajo y observamos la primera podemos comprobar la presencia de un consumismo masivo, en este caso de dulces típicos de la fecha. En cuanto a la foto siguiente, vemos una opípara cena o comida navideña, mientras que en la fotografía de abajo tenemos la cara opuesta de las dos primeras: personas (muchas de ellas niños) que se empujan por obtener algún alimento.
En mi opinión habría que cambiar esta situación, por ejemplo intentando mentalizar a nuestros familiares.



* la 1ª foto pertenece al “20minutos” y la 2ª al “qué”, ambos de diciembre ’07, y la de abajo a la Enciclopedia Salvat de “El País”, vol.10 p.7386

19.1.08

La casualidad...

Buscar una nueva explicación al suceso tan beneficioso y repentino llamado suerte.
Hay un sinfín de métodos que, según algunos, llevan por el camino de la suerte. La idea de querer obtener y utilizar este fenómeno para el capricho de un hombre no la comparto.
Simplemente lo confío a la mezcla de puro azar y escaso viento.

...y la causalidad

Las casualidades no existen en la vida, porque en ella todo tiene su sentido. Las cosas que pasan, pasan siempre por una razón lógica. El mundo en el que vivimos se mueve por razones lógicas. Por tanto, la idea de casualidad no debe tomarse, sino que se debería pensar que cada acción, casa suceso, tiene un valor de intencionalidad y no de azar.

Los locos

Si una persona estuviese loca, ¿cómo sabría que lo está? Porque el mundo que ve, para ella es normal, y además no puede estar segura de que los locos no sean los demás, porque la forma de ver el mundo de los demás es diferente a la suya; así que no se podría comprobar que esa persona es la loca si uno no está seguro de no estarlo (...).

En recuerdo de la memoria

Considero la memoria una herramienta necesaria para las relaciones de amistad (...). Si esperamos que algo dure para siempre, lo máximo que podemos hacer para acercarnos a ese periodo largo y estrecho por ahora resulta ser estirar la mano hacia el don de la memoria y fijar el momento en ella.

Madrid

Hoy he ido a Madrid. He cogido el autobús y mientras iba en él he mirado por la ventana. Al mirar he visto todo Madrid en un golpe de vista: una tienda de ropa, algunas personas mirando el escaparate, unos hombres durmiendo bajo unos cartones y un barrendero trabajando.

18.1.08

Sueños

(...) había muchas personas persiguiendo un mismo sueño, todos ilusionados por alcanzarlo. Creo que todos tenemos un sueño, ¿pero el vivir sin saber si algún día lo vamos a alcanzar o el vivir sólo persiguiéndolo de alguna manera te hará infeliz? ¿O sólo el saber que luchas por tu sueño ya te llena? Creo que a todos nos hace felices sólo el hecho de intentarlo, aunque para ello haya que arriesgar algunas cosas.

La muerte

Estaba con mi hermano cuando éste me preguntó que cuándo se moriría.

Me lleva a pensar en que todos sabemos desde pequeños que moriremos, es decir, nacemos sabiendo que moriremos. Casi nadie se para a pensar en la muerte, creo que de alguna forma nos condicionaría nuestra manera de vivir (...).

15.1.08

La constancia

Hoy es el día de Reyes y, entre otras cosas, me han regalado una guitarra. Me he dado cuenta al empezar a tocarla de que necesito mucho esfuerzo y dedicación para aprender a tocarla. He pensado en cuando yo empecé a tocar la flauta dulce en el colegio, o cuando aprendí a hablar inglés; estas son cosas que me parecían muy difíciles pero ahora no me lo parecen nada en absoluto. Creo que esto me pasará con la guitarra. En todo lo que se aprende en la vida hay que ser constante, y me he vuelto a dar cuenta de ello al coger mi guitarra nueva.

La mentira

¿Cómo sabemos si decir la verdad está del todo bien o no?

Es decir, decir la verdad puede estar muy bien o no tanto. Por ejemplo, las mentiras piadosas, si mientes a alguien para no hacerle daño, ¿está bien o no?

No sé si me explico, no sé si está bien mentir para no hacer daño a alguien o lo mejor es decirle la verdad y hacerle daño.

10.1.08

Resúmenes de El Quijote

Capítulo III.- Iván Álvarez

Don quijote quería ser un caballero andante y para eso tenía que convencer al ventero de la hacienda donde se hospeda. Después de la cena, Don Quijote sin mediar palabra se puso al lado del ventero y le dijo: "De aquí no me moveré hasta que no me conceda el don que quiera". El ventero al no saber qué hacer, se lo concedió.
Cuando estaba Don Quijote velando las armas tuvo dos altercados con dos campesinos que terminaron con éstos heridos, y el ventero para que no ocurriese más le dio su bendición no tanto para bendecirle, sino para que se marchara de una vez de su hacienda.

Capítulo IV.- Corina Biolan

Saliendo de la venta, Don Quijote, se dirigió a su aldea. De camino, por el bosque, se encontró con un labrador que azotaba a un muchacho por descuidar sus ovejas. Don Quijote llego a un acuerdo con el labrador y se marchó contento por el buen acto que había hecho; sin embargo el labrador no le hizo caso y siguió azotando al muchacho hasta darle por muerto.
Siguiendo su camino, Don Quijote, se encontró también con unos mercaderes. Éste les obligó a que dijeran que Dulcinea del Toboso es la mas bella, sin embargo los mercaderes se rieron de él y se su torpeza y además uno de los mozos le propinó una paliza.

Capítulo VIII.- Mª Carmen Cuadrado

Iban Don Quijote y Sancho andando por los caminos y de repente ven a lo lejos treinta o cuarenta molinos de viento. Don Quijote piensa que son hombres de gran volumen y pretende ir a luchar contra ellos. Sancho le advierte que son molinos, pero éste continua su camino. Las aspas de los molinos mueven y arremeten contra Don Quijote dejándolo maltrecho.
Después de esto continuan andando, anochece ya ambos duermen.
Al día siguiente se encontraron con dos frailes, con un mozo y con varios coches de caballos. Don Quijote, creía que eran endiablados que habían raptado a una princesa y fue hácia ellos. Arremetió contra uno de ellos, y le tiró de la mula. Después se puso a luchar con un mozo vizcaíno.

Capítulo XVI.- Rut Márquez

Don Quijote y Sancho Panza habían tenido un accidente y una buena familia les acogió en una venta. Sancho Panza les dijo a las mujeres que su amo era un caballero de mucho prestigio. Sancho explicó que él no se había caído, pero que cuando vió que su amo sufría esas caídas a él también le dolía.
Al parecer una de las sirvientas llamada Maritornes quería tener una noche especial con don Quijote, pero este le dijo que él no iba a poder cambiar sus sentimientos, ya que él amaba a su bella Dulcinea.
Cuando llegó la noche la sirvienta fue al granero donde se encontraba don Quijote y debido al ruido el amo de la sirvienta se despertó y se fue en busca de ella. Maritornes, al ver que el amo se acercaba, se fue a esconderse en la cama de Sancho; pero éste al notar que había algo empezó a dar puñetazos. Cuando Maritornes se iba a caer, a su amo se le cayó el candil y no pudo ver nada y empezó una pelea entre todos en plena oscuridad.

Capítulo XIX.- Azahara Mora-Gil

Don Quijote y Sancho Panza están en un bosque hablando de sus hazañas.
Un día por la noche estaban andando por un camino cuando vieron una gran multitud de luces que cada vez se iban acercando más. Las luces eran veinte encamisados. Don Quijote hizo caer a uno de ellos al suelo mientras que los otros huyeron con terror.
Don Quijote no mató al encamisado porque éste le contó de dónde venía y a dónde iba, llevaba un cuerpo muerto a su tierra para enterrarlo y así Don Quijote les dejó irse.
Todo el mundo llamaría a Don Quijote el Caballero de la Triste Figura.

Capítulo XXIV.- Laura Rodríguez Iglesias

Cuando se marchaban de la cueva de Montesinos se encontraron a un hombre que iba cargado de lanzas el cual les dijo que si le interesaba a don Quijote su destino él se lo contaría en una venta que había mas adelante.
Después se encontraron a otro hombre que iba muy deprisa y le pararon. Don Quijote le preguntó que dónde iba con tanta prisa y el caballero contestó que iba a la guerra por Dios y por su rey. Entonces el caballero comenzó hablar acerca de los caballeros viejos, los cuales al final son tratados de mala manera y como si no sirviesen para nada.
Don Quijote le ofreció subir a su caballo e ir a cenar con ellos a la venta.
Al anochecer llegaron a la venta, y esta vez aunque parezca mentira Don Quijote admitió estar en una venta y no en un castillo.