3.12.07

causalidad

causalidad

es la relación que se establece entre la causa y el efecto, por la que se supone que, si la causa está presente, el efecto seguirá con toda certeza. Esta necesidad es exactamente lo que David Hume rechazó en su crítica al concepto de causa.
Hume sostuvo que a toda idea ha de corresponderle, en última instancia, una impresión sensible. Según Hume,

1) vemos Causa y Efecto como dos cosas o impresiones distintas, y vemos además que

2) C es anterior a E, y que

3) C y E deben ser temporalmente contiguos, y vemos, por último, que

4) cuando ocurre C también ocurre E.

Pero no vemos, en modo alguno, que

5) si E ocurre, necesariamente ocurre también C.

La necesidad -la conexión necesaria- no es un dato de la experiencia: no es más que una creencia derivada de la costumbre de observar la conjunción constante de C con E (esto es, los puntos 1, 2, 3 y 4); la costumbre suscita una asociación de ideas entre los diversos tipos de C y de E, y de aquí surge nuestra convicción de que “siempre que C, E”; esta noción no proviene de la experiencia, sostiene Hume, ni proviene tampoco del análisis de las ideas (no es una relación de ideas, aunque sí una asociación de ideas); en sí misma no es más que una “creencia”, tan irracional, tan sin justificar racionalmente, como los sentimientos de amor y de odio. Más tarde, la psicología llamará a una clase semejante de asociación reflejo condicionado.
La crítica de Hume a la idea de causa tiene el valor, todavía apreciable, de haber puesto de relieve que la idea de causa no es una relación que percibamos por los sentidos, sino que se trata de una relación “lógica” que ponemos nosotros.

(bonus track) Efectivamente, decir que A es causa de B es decir mucho más de lo que estrictamente percibimos. La relación que se establece entre A y B vale para todos los casos de A y todos los casos de B. Pero nunca diremos que A necesita B igual que un triángulo necesita tener tres lados. La afirmación de que “causa” es algo simplemente mental, pero al mismo tiempo un concepto necesario para la interpretación de la naturaleza, le suscitó a Kant la pregunta de cuáles son los conceptos que, no pudiendo proceder de la experiencia (a priori), son no obstante necesarios para pensar la experiencia. De este planteamiento general, surgió la doctrina de las categorías. En concreto, la causalidad es una de la categorías de relación, cuya función es configurar o hacer posible, en principio, la experiencia: algo es fenómeno, esto es, un dato de la experiencia objetiva, porque es conocido de acuerdo con la ley de causa y efecto. El entendimiento exige que los fenómenos de la experiencia acontezcan según «reglas». La causalidad -«todo cambio tiene una causa»- es precisamente la regla que requiere que todo fenómeno -todo cambio en las cosas- suceda «según la ley de enlace de causas y efectos». Sin el apriori de «causa» es imposible hacer ciencia. Kant, que está de acuerdo con Hume en que la causalidad no es nada que pueda proceder de la experiencia, disiente de él en cuanto la considera como un principio del entendimiento, sin el cual no sólo sería imposible entender nada proveniente de la experiencia, sino que ni siquiera podría haber experiencia.

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